Cada vivienda en venta o alquiler tendrá que conocer su ‘eficiencia energética’
El certificado de eficiencia energética, un documento obligatorio para vender o alquiler en España una vivienda en 2013, sigue aún pendiente de enviarse al consejo de ministros para su aprobación definitiva. Las reacciones no se han hecho esperar. Por ejemplo, el presidente de la asociación española para la calidad (asece), Adrián Sánchez, muestra su indignación porque en el consejo de ministros de hoy no se ha aprobado el certificado energético básico para vender o alquilar, después de meses de espera
Adrián Sánchez se pregunta en una carta remitida a sus contactos de linkedin si el gobierno asumirá la multa pertinente por incumplir con la directiva 2002/91/ce del parlamento europeo y del consejo, que obliga tanto a promotores como particulares a promover la eficiencia energética a partir del 1 de enero de 2013
A continuación reproducimos íntegramente el mensaje del presidente de asece en linkedin:
«hoy es 28 de diciembre, día de los santos inocentes, y nos han gastado una broma de muy mal gusto (al menos es mi opinión)
Llevamos meses escuchando a directivos, ejecutivos, funcionarios de alto cargo, etc…. decir que la aprobación de la obligada transposición de la directiva europea 2010/31 mediante real decreto por el que se aprueba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios era “inminente “qué gran decepción poder comprobar que hoy, siendo el último consejo de ministros, no se ha aprobado y por lo tanto no se publicará en el BOE.
Son cientos, posiblemente miles de empresas y profesionales que llevan meses (algunos años) manifestando en sus páginas webs que la certificación energética de edificios entra en vigor en enero de 2013. Incluso en los cursos impartidos por el idae en colegios profesionales destacaba la inmediata aprobación y puesta en marcha de la principal vía de salida a esta crisis para un sector tan afectado como es la edificación y construcción.
¿Y ahora qué? ¿Estamos preparados para recibir una nueva demanda de Bruselas con su consecuente sanción?
¿Pesa tanto los intereses particulares de algunos sectores empresariales, como para tener el valor de no atender las directivas europeas?
Me imagino que durante los próximos días se generará un sinfín de artículos y comentarios al respecto, por lo que tendremos la ocasión de analizar en el tiempo cuales son las consecuencias de tan lamentable decisión.
Fuente: www.idealista.com