El gobierno sigue manteniendo en vilo tanto a los profesionales del sector inmobiliario como a aquellos propietarios que tengan que vender o alquilar su vivienda por el certificado de eficiencia energética.
Aunque debía de haberse aprobado el pasado mes de enero, el ejecutivo continúa inmerso en el desarrollo de este certificado obligatorio. Sin embargo, se ha dado un paso más hacia su visto bueno ya que llegó recientemente al consejo de estado, el último escalón antes de ser aprobado definitivamente por el consejo de ministros.
El pasado 31 de enero se presentó en el consejo de estado el proyecto de real decreto para la certificación energética de edificios existentes pero, según fuentes oficiales de esta institución, todavía no se ha emitido el dictamen pertinente, algo que puede tardar dos o tres semanas. Una vez presentado, se enviará al ministerio de industria para que lo firme y de ahí pasará al consejo de ministros. La asociación española para la calidad en la edificación (asece) también estima el mismo plazo luz verde en marzo o abril según los cálculos de asece, el consejo de ministros podría dar luz verde al certificado energético en marzo o abril. De producirse así, este real decreto ya va con retraso pues debía de haberse aprobado antes de enero de este año, por lo que bruselas ha denunciado a España por dicho retraso en adoptar la directiva europea 2010/31.
El certificado energético será obligatorio para los propietarios que quieran vender o alquilar su vivienda a partir de su entrada en vigor. Sólo quedarán excluidos los edificios y monumentos protegidos, los utilizados como lugares de culto o los edificios de viviendas que sean objeto de un contrato de arrendamiento por tiempo inferior a cuatro meses al año, entre otros.
El certificado servirá para valorar y comparar su eficiencia energética, con el fin de favorecer la promoción de edificios de alta eficiencia energética y la inversión en ahorro de energía en cuanto al coste del certificado, lo fijará el mercado aunque desde la asece estiman que puede rondar entre los 250 y 300 euros. Sin embargo, recalcan que el precio variará en función de la oferta y la demanda.